Hola diario. Hoy escribiré algo distinto. Normalmente suelo escribir con mucha cautela; pero esta vez no será así. Me dejaré llevar un poco por el impulso.
Se supone que no debería darle importancia a temas negativos, pero bueno, creo que esta es la mejor manera de desahogarme un poco.
Con todo lo que me ha sucedido en estos últimos días, he aprendido que en el mundo existe demasiada gente OPORTUNISTA, digamos que es una insoportable situación el hecho de tener que lidiar con gente que solo busca de ti cuando quiere sacar algun provecho, o con gente que solo se porta bien contigo cuando necesita algo, o gente que siente "cariño" por ti con fecha de caducidad. Pues bien, me cansé de tolerar tantas actitudes inmaduras.
Me cansé de seguir esperando a que una persona cambie esa forma de pensar y de actuar, por más que sienta cariño por algún ser humano, si esa persona no actúa de manera justa o recíproca, yo no pienso hacerlo tampoco.
Me cansé de ser el buenito, la persona noble, que actúa bien sin mirar a quien, que aconseja sin pedir nada a cambio -y no es que vaya a sacar en cara las cosas que he hecho- porque yo no soy así, esa no es mi naturaleza, pero hoy aprendí que ser bueno no significa ser tonto, ser bueno es una cualidad que las personas tontas no entienden.
Me cansé de ser el buen amigo, de actuar por la simple gratificación de ver sonreír a la persona que está frente mío, y no es que haya perdido la nobleza o que ya no tenga sentimientos y consideración, simplemente siento que soy como cualquier ser humano con límites, y yo ya llegué a mi tope de tolerancia.
Sí, sé que a veces no soy la persona perfecta, sé que suelo cometer errores como todos, pero no quiero volver a ser uno más del montón. Sé que a veces hago cosas sin pensar, o que parece que no tengo consideración por las personas que me rodean, pero a partir de hoy las cosas cambiarán, empezaré a ser considerado pero solo con la gente que se lo merece, esas personas que sin esperar nada a cambio siempre están ahí, preguntando por mis planes o por mi estado de ánimo.
Gracias, de corazón, sé que a veces no es necesario agradecer, pero de verdad GRACIAS, a esas personas que aún permanecen ahí y que me demostraron que al menos con ellos no me equivoqué en elegir mis amistades.
Porque las cosas funcionan así, uno mismo elige a sus compañeros, y yo empezaré a ser así, más seleccionador, y más drástico. Sin perder mi esencia, obviamente. Sigo siendo el mismo.
El despistado de siempre, el tonto de siempre, el exagerado-dramático de siempre, el sensible de siempre. El Johnattan de siempre.
Podría escribir mil lineas más, pero el sonido del averiado teclado que mi laptop posee en estos momentos es completamente estresante.
Paz.